El partido entre el MKE Ankaragücü y el Çaykur Rizespor en la decimoquinta jornada de la Superliga de Turquía mostró una imagen pésima debido al puñetazo que recibió el colegiado por parte de uno de los presidentes de los conjuntos
El pasado lunes la imagen del fútbol turco quedó mancillada. El MKE Ankaragücü recibía en el Eryaman Stadium al Çaykur Rizespor en la decimoquinta jornada de la Superliga de Turquía. El enfrentamiento se saldó con un reparto a puntos entre ambos conjuntos. Lo que nadie esperaba era lo que vendría después del pitido final. El presidente del Ankaragücü, Faruk Koca, saltó al césped y propició un puñetazo al árbitro Halil Umut Meler, el mismo colegiado que arbitró el Real Madrid-Braga en la edición de Champions, protagonizando uno de los mayores escándalos del fútbol. Como consecuencia, la competición ha quedado suspendidapor completo.
El encuentro transcurrió con normalidad, nada fuera de lo normal, más allá de las protestas reglamentarias por parte de los jugadores. La sorpresa llegó cuando Faruk se coló en el verde y agredió al árbitroMeler, quien inmediatamente cayó al suelo. Esto generó el caos. Rápidamente, se formó una tangana entre ambos equipos, en medio de la que se vio envuelta el colegiado, que al no poderse levantar por la conmoción, recibió varias patadas en la cabeza por parte de otros miembros del equipo técnico del combinado local. Como pudo, se levantó para salir de la zona para huir del tumulto y evitar recibir más golpes. Los antidisturbios tuvieron que intervenir para separar a los miembros de ambos clubes, y escoltar a Meler y sus asistentes fuera del terreno de juego. ¿El motivo de la agresión? Un penalti pitado en los últimos minutos en contra de los locales que supuso el empate del partido. El árbitro ha presentado una denuncia contra el presidente y otras personas involucradas en el incidente.
“Me daba miedo la cara de mis compañeros”
Óscar Pinchi, jugador español del Çaykur Rizespor, ha contado para El Larguerocómo se vivió la situación desde dentro: “Aún no doy crédito. Voy a recriminarle al árbitro yo también al final del partido. En el partido no ocurrió nada grave. Le fui a decir que llevaban toda la segunda parte perdiendo tiempo. Aparece una persona y le metió un puñetazo. Lo que te sale al momento es intentar separar. No sabía el peligro. Veo ya a dos o tres personas pegando patadas al árbitro. Me dio una pena… Me aparté, no me quise meter ahí”.
El jugador que pasó por Las Palmas, Mirandés o Extremadura, entre otros, se mostraba consternado ante lo ocurrido: “Cómo puede pasar esto a día de hoy. No me lo creía y aún no soy consciente de lo que pasó. Lo que más miedo me da es que pase en mi estadio. Que estén mi hija y mi mujer viendo el partido… Es una cosa increíble, no puedo ni explicarlo”. Pinchi afirmó que “esto pasa en España y te metes a separar y es diferente. Los compañeros te mandaban para dentro, te imponían respeto”. “Me daba miedo ver la cara de mis compañeros los turcos. Ahí vi la gravedad del asunto”, aseguró.
“Si ya me cuesta normalmente dormir tras un partido, imagínate hoy. Justo le estaba diciendo que por qué cojones solo había dado siete minutos y de repente le golpearon y ya le vi con la cara hecha un cristo. La gente del Ankara con mano abierta diciéndome que saliese de ahí, como ‘tú también llevas’. Pensé que no me metía ahí ni loco”, añadiendo que lo que le “jode de esto es que no es lo normal y lo que va a ver la gente es al árbitro así y en redes sociales los vídeos… Jugadores que tengan oportunidad de venir aquí ya no vendrán por eso”, zanjó el español.
Fuente: infobae