El Comité Nacional de Arbitraje Deportivo (CNAD) acusa al Comité de Ética de la Federación Atlética de Chile de no presentarse a comparecer para resolver las dudas surgidas en primera instancia. Sin embargo, la contraparte y la propia Fedachi exponen sus puntos de vista a El Deportivo.
La intromisión de Ximena Restrepo, madre de Martina Weil y vicepresidenta de World Athletics, en las decisiones técnicas del equipo que representaría a Chile en el relevo 4×400 fue, sin dudas, el mayor escándalo de los Juegos Panamericanos. Sus consecuencias no han parado de producirse. Dimes, diretes, acusaciones y sanciones se han sucedido desde una prueba que partió como una oportunidad histórica para el deporte nacional, pero que terminó manchada por la aparición de la medallista colombiana en la antesala de la partida de la competencia, cuando cuestionó al técnico Marcelo Gajardo por la presencia en el equipo de Berdine Castillo. La atleta y su compañera Poulette Cardoch la apuntaron directamente por la intervención.
La postura de Arévalo es rotunda. “Al no asistir y darse por frustrada la diligencia, y habiendo sido debidamente notificados, lo que procede ahora es dictar fallo respecto de la petición que hizo el abogado Carlos Castro, en cuanto al recurso de revisión, a la nulidad que solicitó y a la orden de no innovar”, sostiene.
Y establece: “Nosotros, probablemente, vamos a dictar el fallo dentro de los próximos 15 días, dada la celeridad que tienen estos procesos. Tenemos que analizar la situación, pero todo indica que antes del 30 de enero vamos a tener el fallo definitivo. No procede que los volvamos a citar, porque era una medida para mejor resolver, para tener una mayor claridad para que explicaran por qué hicieron el procedimiento en la forma en que lo hicieron. Y, por lo tanto, como no concurrieron, con los antecedentes que tenemos con un expediente incompleto que nos llegó, vamos a proceder a fallar”.
En el Comité de Ética de la Fedachi y en la propia federación, los dichos de Arévalo encuentran sendas respuestas. “El CNAD nos emitió un oficio indicando que teníamos que estar hoy presentes. Francisco (Leyton) respondió que no encontramos justo que fuéramos y que los antecedentes habían sido enviados no una vez, sino cuatro o cinco. Es irrisorio, si ellos son el comité, que investiga y arbitra. Si nos decían que nos juntáramos a analizar online no había problemas. Presencial, no. Primero por la lejanía y luego porque no hicieron ninguna observación a lo que entregamos, nunca. Lo último fue entregado por mano y tampoco hubo respuesta. Y tampoco es la primera vez. Llevamos cuatro oportunidades entregando antecedentes de distinta manera”, contesta Lorena Martínez, quien encabeza la instancia.
La discusión se traslada, después, al aspecto formal. “No sé si pensarán si es un juicio, si esto es un tribunal, porque no lo es. No nos han pescado. Nosotros cumplimos con hacer todo el proceso desde el decreto 22. Como Ximena Restrepo no trabaja en la federación, se derivó a la Comisión para que ellos decidieran. En el caso de Gajardo, la sanción era un poco mayor y si procedía aplicarla, por su relación con la federación”, explica. Luego, teoriza. “Si fuera Juan Pérez, habrían resuelto súper rápido. Deberían responder como comisión. Si para eso están. Ellos tienen que resolver. Nosotros no podemos sancionar a esta persona que tiene una conexión indirecta con la federación. Como no podemos hacerlo, recurrimos al CNAD, que es el ente mayor y debería accionar. Tiene los antecedentes. No entiendo por qué se demoran tanto en el proceso. Tienen que tomar decisiones. Y han pasado casi tres meses. Es demasiado el alargue que le están dando a la situación”, enfatiza.
Leyton refuta directamente a Arévalo. “No es efectivo. Ellos pidieron que acompañáramos acreditación. Yo mismo envié el correo. Les señalé que no era necesario que asistiéramos y que estábamos dispuestos a aclarar vía telemática. Acompañamos el expedientee completo: denuncia, declaraciones, citaciones a Restrepo, en la que costa que no compareció y la sanción que se le decidió aplicar”, detalla.
La explicación para la no comparecencia es, en principio, utilitaria y, luego, geográfica. “Estimamos que no era necesario que compareciéramos personalmente. Yo vivo en Valparaíso y el otro abogado es de Concepción. La presidenta del Comité es de Osorno”, sostiene.
“Hay una parte de los antecedentes en los que nos declaramos incompetentes y se los remitimos para que ellos resolvieran. No es efectivo que no hayamos comparecido. Estamos a disposición para que nos citen a una videoconferencia, un zoom. Acompañamos las denuncias de las atletas, los testigos que presentaron, declaraciones de personas que presenciaron los hechos, entrenadores, voluntarios de la competencia, declaraciones de otros entrenadores chilenos, de otros equipos y cartas en las que invitamos a la señora Restrepo a prestar declaración. Esta es una denuncia y nos interesaba saber su versión. El expediente completo está foliado, numerado. Nosotros velamos por la ética deportiva y la única conducta que estimamos sancionable fueron los dichos y la sanción fueron las disculpas públicas y que se retractara de ellos. El resto de los antecedentes los remitimos al CNAD”, expone.
“Nosotros no somos un tribunal, solo velamos por la defensa de la ética deportiva. Que los actores se manejen dentro del campo deportivo de acuerdo a los valores de Pierre de Coubertin. Estimamos que no y ellos no aportaron ninguna prueba contraria. Las dos atletas aportaron pruebas y testimonios que señalan que la conducta de Restrepo fue antideportiva. Que insultó porque el entrenador no había actuado de acuerdo a sus criterios. En la prensa se han ventilado dos denuncias más del mismo estilo. Eso está acreditado. Y no aportó ninguna prueba en contrario. Ni siquiera le pedimos que compareciera personalmente. Bastaba que mandara algún documento”, insiste.
Juan Luis Carter, presidente de la federación, procura mantener la distancia. “Son asuntos internos de cada institución. El CNAD tiene su propio sistema. Somos respetuosos y entendemos su autoridad. La Comisión está compuesta por voluntarios”, especifica.
Eso sí, concuerda en que los trámites se podrían realizar a distancia. “En todas las instituciones se pueden hacer las cosas online. Depende de la voluntad. Cuando quiere fallar con todos los antecedentes, se hace el esfuerzo”, postula.
Luego, deja en claro la postura que adoptará la organización que encabeza. “Vamos a acatar el fallo”, afirma. De todas formas, comparte la aprensión del Comité de Ética. “Dos veces ha sido la forma y no el fondo. Una fecha o algo así. Y la segunda vez, por la presencia físcia, cuando tribunales de mayor complejidad permiten que se comparezca online. Están todos los antecedentes. Somos respetuosos. No hemos emitido ninguna opinión. Emitimos un fallo, pero ahora no tiene ningún valor”, concluye.
Fuente: La Tercera