El principal argumento para la determinación, según transmiten en el Ejecutivo, fue ser consecuentes en base a la postura que han manifestado por los ataques en la franja de Gaza.
Entre este lunes y el martes el Presidente Gabriel Boric y sus asesores más cercanos recibieron varios mensajes y llamadas a propósito de la presencia de Israel como expositor en la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE), una de las principales exhibiciones de América Latina sobre dichos temas que organiza el Ministerio de Defensa, que encabeza Maya Fernández (PS), en conjunto con la Fuerza Aérea.
En el partido de Boric, Convergencia Social, parlamentarios e integrantes de la directiva, le manifestaron a funcionarios del Ministerio de Defensa, que son parte del partido, y asesores del Mandatario que debían oponerse a la presencia de Israel. Esto, argumentando que era coherente con la postura que ha mantenido el gobierno sobre las violaciones a los Derechos Humanos en la franja de Gaza.
En La Moneda aseguran que si bien la decisión se tomó en conjunto, la instrucción de excluir a Israel de la feria que se realizará entre el 9 y el 14 de abril llegó directamente desde Presidencia. Fuentes de gobierno y de Convergencia Social aseguran que el mandatario tuvo comunicación directa con los ministros Alberto Van Klaveren y con la titular de Defensa Maya Fernández.
El principal argumento es que el Ejecutivo debía mantener consecuencia en base a la postura que ha manifestado por los ataques en la franja de Gaza, y los cuestionamientos que ha planteado en la ONU y que expuso en La Haya, donde se acusó al país de Benjamin Netanyahu de “violar sistemáticamente el derecho internacional”.
En el gobierno también tomaron en consideración que el gobierno de Sebastián Piñera restó del evento a Rusia por la guerra con Ucrania en 2022.
En Convergencia Social no fueron los únicos que se comunicaron con el Presidente. También alrededor de 150 organizaciones firmaron una carta dirigida a Boric en que se le solicitaba “que Chile y sus instituciones no compren más armamento, sistemas de defensa o de seguridad de empresas israelíes”; y “que Chile y sus instituciones, cancelen o prohíban la participación de militares israelíes, empresas de seguridad o defensa israelíes o sus filiales, en la FIDAE o en otras actividades de cooperación o de entrenamiento conjunto en territorio chileno”.
De todas formas, la determinación tuvo cuestionamientos por la relación bilateral que existe con Israel y los contratos en materia de armamento. De hecho, había partidarios de bajarle el perfil al tema.
“Es una decisión difícil, no nos gusta tener que tomarla. Es doloroso tomarla y entendemos que tiene muchas consecuencias”, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá, al ser consultada por el tema.
Y continuó: “Pero en la escala de las prioridades, los derechos humanos es el primer eslabón. Y cuando hay información de que están sucediendo cosas tan atroces como las que han sucedido en ese sector, las que han sucedido en Gaza en el último tiempo, es necesario a veces tomar esas decisiones difíciles”.
En el Congreso hubo una reacción dividida a la medida del gobierno. Por ejemplo, el expresidente de Revolución Democrática, el senador Juan Ignacio Latorre, aseguró que fue una decisión “valiente” y “un gesto solidario por la masacre en contra del pueblo palestino”.
“Nos parece una excelente noticia que el Ministerio de Defensa haya dejado fuera la muestra de productos de empresas israelíes, que en este momento están asesinando a niños palestinos”, dijo el diputado y presidente de CS, Diego Ibáñez.
Mientras que en la oposición fueron más duros. “El gobierno de Chile nuevamente se ha equivocado en sus relaciones internacionales (…) y hoy día politiza una actividad que claramente tiene otro fin. Es en mi opinión, un tremendo descriterio, considerando además que por años han mantenido relaciones muy estrechas la Fuerza Aérea con los gobiernos de Israel en torno a la capacitación y la innovación”, dijo la senadora Carmen Gloria Aravena (Partido Republicano).