Los distintos indicadores de empleo continúan en crecimiento y los expertos explican el panorama. Conoce los detalles.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que recogió el Observatorio de Informalidad Laboral de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), entre noviembre y enero pasado, la tasa de ocupación informal se ubicó en 27,6%, lo que significa un total de 2.554.910 personas que trabajan bajo esta figura y se convierte en la cifra más alta desde el primer trimestre de 2020. Asimismo, la tasa de ocupación informal es más elevada en mujeres (29,2%) que en hombres (26,3%).
El avance de la ocupación formal presentó una expansión de 2,5%, mientras que en los empleos informales, el crecimiento interanual fue de 4%, es decir, 97.939 puestos de trabajo nuevos, y de acuerdo con el INE, el 83,7% corresponde a mujeres. En el caso de los hombres, esta cifra alcanza solo el 16,3%.
Carmen Cifuentes, investigadora de Clapes UC, asegura que a pesar de que “en el trimestre móvil comprendido entre noviembre de 2023 y enero de 2024, la tasa de informalidad alcanzó el 27,6%, este porcentaje no constituye el máximo registrado desde el primer trimestre de 2020. En el mismo período de dos años atrás (noviembre de 2020 a enero de 2021), la tasa se situaba en un 28%”.
“Dado que esta cifra pudo haber sido afectada por los impactos de la pandemia en el mercado laboral, resulta crucial realizar una comparación con el período previo al surgimiento del Covid-19. En el trimestre comprendido entre noviembre de 2019 y enero de 2020, antes de la implementación de las restricciones asociadas a la pandemia, la tasa de informalidad laboral era del 29,1%. Durante ese mismo intervalo, el número de trabajadores informales superaba los 2.640.000. En otras palabras, tanto la tasa de informalidad laboral como la cantidad de trabajadores informales han disminuido en comparación con el período anterior a la pandemia”, explica la especialista.
No obstante, Cifuentes aclara que esto no significa que no sea un fenómeno que cause “preocupación”. La investigadora asegura que la informalidad representa una de las principales vulnerabilidades en los mercados laborales a nivel mundial, caracterizada por empleos asociados a condiciones laborales precarias y falta de protección. Además, señala que esta categoría mantiene una “relativa estabilidad” en Chile, “oscilando entre el 26% y el 29%, excluyendo el período de la pandemia”, comenta.
Las razones
Cifuentes señala que, al observar las medias móviles anuales, “se observa que la media móvil anual de la tasa de informalidad laboral en Chile suma 13 trimestres consecutivos en un 27,2%. Este patrón indica que Chile no ha logrado avanzar significativamente hacia estándares OCDE, y sugiere que las políticas públicas orientadas a fomentar la formalización del empleo podrían no haber sido suficientes o efectivas en alcanzar su objetivo”.
El crecimiento interanual de la ocupación informal fue de 4%, lo que se traduce a 97.939 puestos nuevos; de estos, 83,7% corresponde a mujeres según el INE. Cifuentes comenta que, de acuerdo a un estudio reciente de Clapes UC, la probabilidad de que una mujer trabaje de manera informal es un 3,4% superior a la probabilidad de que lo haga un hombre.
“Estos resultados subrayan la influencia significativa de que ciertos factores ocupacionales ejercen en la propensión a la informalidad laboral en Chile. Las mujeres tienen una mayor participación relativa que los hombres en sectores y ocupaciones donde predomina la informalidad, como el comercio y el trabajo doméstico. También inciden factores culturales, como los roles de género sobre qué actividades son más “femeninas”, y sobre todo acerca de la distribución de las responsabilidades tanto familiares como domésticas. Las mujeres suelen cargar con una mayor carga de estas responsabilidades, lo que dificulta su acceso a empleos formales con horarios menos flexibles”, señala Cifuentes.
Jorge Berrios, director académico del Diplomado en Finanzas Unegocios de la FEN de la Universidad de Chile, explica que el año pasado el país tuvo un crecimiento económico “prácticamente nulo y la economía como está estancada, no es capaz de absorber la masa laboral que entra y al no ser capaz, lógicamente, empieza a subir lo que se llama la informalidad”.
Las medidas
Cifuentes comenta que en Clapes UC realizaron un informe, donde destacan que más allá de las medidas específicas, existen tres elementos fundamentales en la creación de empleo formal: “El crecimiento económico, la reducción de la incertidumbre política-económica y evitar el aumento de los costos de formalización”.
Asimismo, la investigadora explica que desde Clapes UC proponen cinco conjuntos de políticas públicas dirigidas a fomentar la formalización de los trabajadores:
1. Políticas para formalizar empresas y emprendimientos.
2. Estrategias de capacitación, inserción y continuidad laboral.
3. Reforzamiento de subsidios a la contratación formal.
4. Mejora en la fiscalización de las normativas laborales.
5. Campañas de concientización sobre los costos asociados a la informalidad.
Fuente: EMOL