La oficina del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, emitió un informe y un comunicado en relación con el cuestionado proceso electoral que se realizó en Venezuela el pasado 28 de julio.
Tras la jornada, Nicolás Maduro fue proclamado como presidente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, a pesar de las críticas de la comunidad internacional por la poca transparencia en el conteo de votos.
“La peor forma de represión”
En este contexto, desde la OEA manifestaron que “la peor forma de represión, la más vil, es impedirle al pueblo soluciones a través de elecciones. La obligación de cada institución de Venezuela debía ser asegurar la libertad, la justicia, la transparencia del proceso electoral. El pueblo debía de contar con las máximas garantías de libertad política para poder expresarse en las urnas, y proteger los derechos de los ciudadanos a ser elegidos”.
Del mismo modo, señalaron que “a lo largo de todo este proceso electoral se vio la aplicación por parte del régimen venezolano de su esquema represivo complementado por acciones tendientes a distorsionar completamente el resultado electoral, haciendo que ese resultado quedara a disposición de la manipulación más aberrante. La misma continúa hasta el día de la fecha“.
“El régimen madurista se burló de importantes actores de la comunidad internacional durante estos años y nuevamente se fue a un proceso electoral sin garantías, ni mecanismos y procedimientos para hacer valer esas garantías. El manual completo del manejo doloso del resultado electoral fue aplicado en Venezuela la noche del domingo, en muchos casos de manera muy rudimentaria”, añadieron.
Cuestionamientos al conteo de votos en Venezuela
En esa misma línea, desde el organismo internacional señalaron que “se ha hablado de auditoría o de reconteo de actas de un material electoral que no ha tenido las menores condiciones de seguridad y de control. Asimismo, debemos tener presente que, respecto a auditorías, el régimen está atrasado por lo menos 11 años, cuando se comprometió con UNASUR a hacer una auditoria del 100% de las actas del proceso electoral del 14 de abril 2013. Es obvio decir que la misma nunca se cumplió. Es obvio que una nueva burla sería inadmisible”.
“La carga de las injusticias sobre el pueblo de Venezuela continúa, ese pueblo es víctima una vez más de la represión, sin lugar a dudas la característica gubernamental más relevante, fruto de una gestión ineficiente que ha sembrado las más graves crisis humanitaria y migratoria que ha conocido la región”, sentenciaron.