Este miércoles se retomará la formalización de los tres detenidos por el triple homicidio de carabineros en Cañete, región del Bío Bío, ocurrido el pasado 27 de abril.
Durante la primera parte de la audiencia, realizada ayer, el Ministerio Público expuso los antecedentes que confirman un crimen planificado, elaborado fríamente para ejecutar a los uniformados, exponiendo un escupo y una lata de cerveza como parte de las pruebas biológicas para situar a dos de los acusados en el sitio del suceso.
La audiencia se extendió por más de cuatro horas, ocasión en la que Fiscalía expuso los antecedentes de la investigación que responsabiliza a los acusados de cinco delitos.
Primero, robo con violencia de los elementos y armas de los funcionarios que portaban 3 pistolas 9 mm con 30 cartuchos, 3 uzi con 50 cartuchos, una escopeta de 12 mm, una carabina lanza gas y una motosierra.
El segundo delito, corresponde a homicidio calificado a personal policial con premeditación y alevosía, quema de auto policial, porte de armas de fuego y el traslado de los cuerpos fallecidos.
En ese sentido, a Nicolás Rivas se le formalizó como autor cooperador de los delitos de homicidio y robo.
Además, a Yeferson Antihuén se le sumaron los cargos de homicidio frustrado contra carabineros y funcionarios de la Armada, esto por un ataque el 29 de marzo del 2023.
El fiscal de la Araucanía, Carlos Bustos, explicó que la declaración de testigos reservados, la georreferenciación de los teléfonos celulares, cámaras de seguridad de la ruta y el último informe de las pericias del armamento que da cuenta de congruencia balísticas entre las usadas por los hermanos Antihuén en otros crímenes con el ataque del 27 de abril, son el fundamento de la formalización de los tres imputados.
Este crimen fue descrito por el fiscal como un plan frío y elaborado por los hermanos Antihuén Santi y Rivas Paillao.
El fiscal Bustos dio cuenta de los detalles de cómo fueron ejecutados los uniformados; reducidos afuera de la camioneta, de rodillas todos, con las manos en alto y asesinados con disparos por los imputados en las zonas del cráneo y tórax a corta distancia.
Acto seguido, fueron subidos al pickup de la camioneta, trasladados por caminos interiores y quemados con el petróleo de la motosierra que portaban los uniformados en dicho vehículo.
Para la Fiscalía, todo se trata un crimen premeditado, donde como prueba tienen el relato de un testigo protegido, al que carabineros iba a controlar su medida cautelar, a quien Tomás Antihuén lo invitó a participar del atentado contra la policía uniformada y como se negó, lo apuntó con un arma en la cabeza, pero antes le responde a qué hora iban los policías diariamente, entre las 23:00 y las 01:00 horas.
Durante la audiencia, el fiscal Carlos Bustos entregó detalles de pericias biológicas que permiten situar a uno de los imputados en el sitio del suceso. Un escupo fue clave para realizar esta localización.
Tras la audiencia, el fiscal Regional de La Araucanía, Roberto Garrido, se refirió a nuevos hallazgos, esta vez armas y municiones encontradas durante las últimas horas.
Previo a la audiencia, el fiscal Nacional, Ángel Valencia, se refirió al prófugo Tomás Antihuén, sindicado como el más violento y peligroso del grupo criminal quien huyó del operativo arrojándose a un barranco, sin que hasta ahora haya sido capturado.
Cabe recordar que Tomás Antihuén tenía cuentas pendientes con la justicia, habiendo permanecido prófugo e impune por una serie de decisiones judiciales y de la Fiscalía, tras ser capturado en 2020 luego de lanzar bombas incendiarias contra un vehículo de Carabineros y casi quemar vivos a dos efectivos policiales que pudieron escapar.
Pese a ello, fue beneficiado con rebaja de medidas cautelares, una reformalización e incluso con la posibilidad de un juicio abreviado, incumpliendo todo y estando prófugo al momento del crimen de los uniformados.
Al respecto, el fiscal Valencia reconoció que es anómalo que el prófugo esté en libertad, ya que con sus antecedentes de delitos violentos en la provincia de Arauco debería estar privado de libertad y es un tema que ha sido conversado por el Ministerio Público.
Respecto a la búsqueda de Tomás Antihuén, el fiscal Garrido advirtió que quienes encubran al prófugo cometen un delito, cuya pena puede superar los 10 años de presidio.
Dada la extensión de la audiencia, el juez hizo un receso hasta este miércoles para seguir con los alegatos de la defensa de los 3 imputados, a cargo de la Defensoría Penal Pública.
Fuente: BioBioChile