Casi la mitad del gasto está dedicada a las prestaciones médicas y odontológicas, seguidas de cerca por la compra de medicamentos, que concentra casi un tercio del presupuesto.
Tal como ha aumentado la esperanza de vida en el país durante las últimas décadas, también lo ha hecho la necesidad de acceder a prestaciones de salud, exámenes y fármacos. Esto ya que aunque cada vez los chilenos viven más, el envejecimiento poblacional también ha traído consigo una mayor carga de enfermedades por paciente, a lo que se suman los malos hábitos alimentarios, el sedentarismo, la obesidad y el tabaquismo, entre otros factores. A la larga todo este incremento en la necesidad de prestaciones tiene un impacto directo en las finanzas de millones de familias. Así lo demuestra un estudio realizado por el Ministerio de Salud, que evidencia que el gasto de bolsillo en la materia, es decir, lo que las personas dedican de su presupuesto mensual a atenciones, exámenes o medicamentos, aumentó rápidamente durante los últimos años, pasando de ser cerca de $84 mil al mes por hogar en 2017, a superar los $115 mil en 2022. Según el análisis del Departamento de Economía de la Salud de la cartera, el rápido crecimiento «alerta sobre potenciales efectos en acceso a prestaciones, cobertura financiera y situaciones catastróficas que podrían empobrecer a los hogares».
Fuente: Emol.com