Los consultados compartieron la necesidad de establecer una definición moderna de lo arqueológico, con el fin de evitar los rescates indiscriminados que hoy se acumulan en los depósitos de los museos.
“No puedes mantener un embudo en Santiago viendo las intervenciones de todo Chile. Es un esquema de hace un siglo, cuando el patrimonio era más reducido en número y concepto”, dijo en entrevista con El Mercurio el exsubsecretario de Patrimonio Cultural entre 2018 y 2022 y actual académico de la Universidad Católica, Emilio de la Cerda, refiriéndose al informe que emitió la Contraloría General de la República en contra del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). En el documento, el ente fiscalizador reveló serios problemas en la gestión del CMN, apuntando a los prolongados retrasos en la autorización de obras públicas luego de encontrarse hallazgos arqueológicos.
Cabe destacar que estos descubrimientos requieren la intervención del CMN para otorgar permisos que permitan continuar con las excavaciones o prospecciones. Sin embargo, la tramitación de estas autorizaciones ha sido excesivamente lenta, y en algunos casos, las solicitudes han estado pendientes por hasta 878 días. Asimismo, el texto develó que el organismo no cuenta con manuales de procedimientos formales, al igual que exhibe una falta de control en el manejo de las solicitudes.
Al respecto, Emilio de la Cerda profundizó en el accionar del CMN, criticando sus procedimientos. “Hoy hay un órgano centralizado que se reúne cada dos semanas no solo para ver grandes proyectos, sino también cada pinturita o intervención menor en los sitios bajo su tuición y que lo termina discutiendo por mucho rato”, señaló el exsubsecretario de Patrimonio Cultural, agregando que hoy se requiere una reforma de fondo para mejorar el funcionamiento de este organismo.
Coincidiendo con este diagnóstico, el exsecretario ejecutivo del CMN, Óscar Acuña, sostuvo que, aunque la entidad estatal cumpla con todas las medidas que le impuso la Contraloría, como corregir inconsistencias en sus bases de datos y definir cargos y atribuciones de su dotación, hay un cuello de botella central el cual se debe priorizar y corregir. “Si el CMN tuviera 10 mil funcionarios, el problema tampoco se resolvería, ya que todo se resuelve en Santiago”, dijo también en entrevista con El Mercurio la exautoridad.
Los consultados compartieron la necesidad de establecer una definición moderna de lo arqueológico, con el fin de evitar los rescates indiscriminados que hoy se acumulan en los depósitos de los museos.