Se espera que este miércoles, los líderes chinos den comienzo a la Conferencia Central de Trabajo Económico, una cumbre anual clave en la que tratarán, a puerta cerrada y previsiblemente durante dos días, los objetivos económicos para el próximo ejercicio.

La baja demanda nacional e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo o una falta de confianza en el seno de los consumidores y el sector privado son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial.