Un 21 de abril dulce tuvieron al interior de la Federación Regionalista Verde Social. Y es que ayer el Servicio Electoral (Servel) les hizo llegar el oficio que llevaban esperando varias semanas: la aceptación de la conformación del partido en la Región de Magallanes y la Antártica, lo que se traducirá en la conformación del partido a nivel nacional y en la posibilidad oficial de presentar un candidato presidencial a primarias: Jaime Mulet, proclamado como abanderado del partido a finales de enero.
El partido presentó las firmas de Magallanes al Servel el 4 de marzo. Las firmas eran 517, donde 501 fueron registradas mediante la plataforma en línea con el que cuenta el ente electoral, mientras que las otras 16 correspondían a afiliados con los que ya cuenta el partido en la región. El Servel, tras la revisión, constató que había 513 afiliados acreditados en la región, lo que a su vez constató que se cumplió con la cantidad de afiliación mínima requerida —de 500 firmas—, lo que llevó a acoger la conformación del partido en la región.
“Para nosotros, como partido político que nació en regiones, y que tiene como propósito visibilizar la existencia de cada uno de los territorios, es un hito importante convertirnos en un partido nacional, ya que hay muchos intereses en cerrar la competencia democrática dentro del sistema político”, dice Flavia Torrealba, presidenta de los regionalistas verdes, a The Clinic.
“Logramos lo que no todos han logrado, pero que tiene un doble significado. No sólo porque nos permite llevar una candidatura presidencial, que no habríamos presentado si no hubiéramos estado en condiciones de sostener, sino que también implica que hay espacio en la ciudadanía para nuevas voces”, sumó Torrealba, quien es esposa de Mulet, motivo que la llevó, en un inicio, a dejar momentáneamente la presidencia del partido mientras el diputado era erigido como carta presidencial.
La valla que sorteó Mulet y no pudo pasar el Partido Liberal ni Demócratas
El momento por el que están pasando los regionalistas verdes con Mulet es completamente opuesto al del Partido Liberal y el Partido Demócratas.
En el caso del primero, la semana pasada tomaron una determinación con quien había sido, hasta entonces, el primer candidato presidencial proclamado del oficialismo. El diputado Vlado Mirosevic depuso su candidatura y, mediante un acto en el centro de Santiago, dio su apoyo a la candidatura de Carolina Tohá, abanderada del PPD.
Horas antes de la materialización de ese respaldo este medio publicó un artículo que daba cuenta del difícil pasar del Partido Liberal para llevar un abanderado presidencial a primarias. Ello considerando que el propio diputado liberal había dicho que no depondría su candidatura, ni aunque participase en primarias la expresidenta Michelle Bachelet.
El problema radicaba en que el partido ya no tenía margen para constituirse a nivel nacional. A los liberales les quedaba conformarse como partido en 7 regiones, las que el Servel no podría constatar su eventual conformación a tiempo antes de la inscripción de las candidaturas que participarán en primarias, cuya fecha límite es el 29 de abril.
Ello se sumaba al desafío que sería reunir 35 mil militantes, contemplando que desde que Mirosevic inició su candidatura, sólo habían sumado poco más de 9 mil.
Esa situación se repitió en Demócratas, donde la senadora Ximena Rincón era la aspectada para integrar una primaria en Chile Vamos, donde competiría contra Evelyn Matthei (UDI). Sin embargo, el partido constituido en 2023 le restaban aún firmas para poder constituirse a nivel nacional. De hecho, le faltaban sólo tres regiones para lograrlo, pero, al igual que en el caso del diputado liberal, ya estaban contratiempo para poder acreditar la conformación del partido a nivel nacional.
La otra vía, la de las 35 mil firmas, tampoco se veía posible: al 31 de marzo contaban con 15.275. Les resta poco más de 20 mil apoyos para llevar a Rincón a la primaria.
Fuente: The Clinic