Actores de la industria han sostenido que no todo hallazgo arqueológico debe ser preservado y que el derecho al patrimonio debe tener un correlato con el derecho al olvido. “No es posible conservarlo todo”, afirman.
La discusión sobre la permisología ha estado más vigente que nunca durante estos últimos días tras la suspensión de algunos proyectos de inversión, tales como la Central de Bombeo Paposo, de Colbún, y la mina Los Colorados, de CMP.
Pero una de las aristas que se ha tomado el debate es cómo la aparición de hallazgos arqueológicos está impactando en el proceso de tramitación de las obras de inversión. La actual normativa obliga a paralizar inmediatamente cualquier proyecto hasta que se determine el valor del descubrimiento, lo que, según varios expertos, puede provocar retrasos prolongados y costos elevados, afectando tanto a las empresas como a la ciudadanía. ¿Qué se debe priorizar entonces, la construcción de un edificio prioritario o la preservación histórica y patrimonial de una comunidad? Esa es la pregunta que se han planteado diversos actores de la industria a raíz de los últimos hechos que han marcado la pauta noticiosa.
En el marco de un evento universitario, Óscar Acuña, exsecretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, comentó que el hallazgo de fragmentos de tazas arqueológicas paralizó las obras del Hospital del Salvador durante cuatro años, afectando a los pacientes que esperaban la apertura del centro de salud. Al respecto, dijo que muchos hallazgos que paralizan proyectos no tienen un valor arqueológico, explicando el caso de un cliente que descubrió una hoja de un diario de Copiapó de los años 50 mientras trabajaba en un proyecto en Atacama. A pesar de que este tipo de hallazgos no tienen un valor patrimonial relevante -pues el diario está disponible en la Biblioteca Nacional-, el proyecto quedó detenido hasta que se decidió cómo proceder.
Otro caso emblemático es la línea 7 del Metro de Santiago, que sufrió retrasos de hasta dos años debido a este tipo de hallazgos. Tales demoras no solo causaron problemas logísticos, según analizó en esta misma actividad universitaria el expresidente del Metro de Santiago, Louis de Grange, sino que también representaron un sobrecosto de US$57 millones adicionales debido a los procedimientos asociados con la preservación arqueológica.
CMN en la mira y falta de espacio en museos
El presidente de Copsa (Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública), Leonardo Daneri, fue más allá al criticar el funcionamiento del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). “Este organismo no tiene recursos para estudiar, rescatar y analizar los hallazgos. Es un sistema que hay que reformar, actúa muy lento. Se puede demorar muchísimos años tener una obra paralizada con todos los costos que eso involucra, lo que tiene una carga financiera gigantesca para la sociedad”, señaló el ejecutivo en Radio Pauta.
Por su parte, Emilio de la Cerda, exsubsecretario de Patrimonio Cultural, relevó que el CMN está centralizado en Santiago, lo que genera un embudo administrativo que demora aún más los proyectos. Igualmente, indicó que la actual Ley de Patrimonio es obsoleta, ya que no está alineada con las necesidades del país.
Desde la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) han propuesto que el Ministerio de Obras Públicas sea el organismo que asuma el riesgo arqueológico y, si desea que el concesionario realice rescates, deben establecerse compensaciones en términos de costos y plazos.
Respondiendo a esta propuesta, Mauricio Uribe, miembro del Consejo de Monumentos Nacionales, detalló que estos son procesos complejos donde no solo está involucrado el Consejo, sino la empresa que contrata a sus propios arqueólogos, para hacer sus evaluaciones e ingresen al sistema de evaluación. “En ese sentido, el CMN recepciona los informes y los evalúa”, precisó el experto.
Finalmente, consultados acerca de los problemas de almacenamiento para resguardar las piezas arqueológicas halladas, varios especialistas han coincidido en que los museos se encuentran saturados, lo que provoca aún más retrasos, ya que no se pueden continuar las obras hasta que se determine dónde almacenar los objetos. “Estamos en una situación crítica respecto a la capacidad para preservar estos materiales”, dijo Mauricio Uribe, del CMN, en entrevista con La Tercera.
Adicionalmente, los expertos han sostenido que no todo hallazgo arqueológico debe ser preservado y que el derecho al patrimonio debe tener un correlato con el derecho al olvido, ya que no es posible conservarlo todo.