Las cortinas de las tiendas Corona bajaron, pero eso no significa completamente el fin de la historia. Y es que cerca de 100 demandas se han emprendido en contra de la empresa, por parte de trabajadores, jefes de tiendas e incluso gerentes.
Todo con el fin de que se les paguen sus finiquitos de forma íntegra que, según conoció Diario Financiero, alcanzarían los US$10 millones.
Trabajadores demandan a Corona para que pague los finiquitos
Ya el jueves 03 de julio, las tiendas Corona cerraron de forma definitiva, luego de dos remates donde los clientes “arrasaron” para comprar ropa.
Y si bien se había adelantado que el 10 de julio sería la fecha donde se pondría término a los 70 años de historia del retailer, quedaron tan pocas existencias que se decidió bajar las cortinas de los locales por adelantado.
Todo a pesar de que en junio se logró un acuerdo con sus acreedores que daría una salida a la crisis, donde luego no se logró conseguir los suficientes recursos. Finalmente, Corona no pudo evitar la quiebra y remató sus productos para intentar conseguir algo de caja.
Ahora, en las últimas 48 horas, unas 88 personas, extrabajadores de Corona, decidieron emprender las mencionadas acciones judiciales.
Desde Berríos & Palavecino | Pinochet Abogados, Matías Berríos resaltó a DF que “todos los jefes de tienda demandaron”, además de seis de los gerentes de primera línea.
También se incluyen diseñadores, analistas, informáticos y subgerentes.
Para el pago de sus finiquitos, los demandantes reclamaron que se declare unidad económica sobre las empresas del holding Corona. Esto debido a que, según señalan desde el estudio jurídico, las empresas presentan una “necesaria complementariedad”, compartiendo por ejemplo inmuebles comerciales, y que existen trabajadores que prestaron servicios de forma simultánea a las empresas.
Por ello, es que en las demandas se incluyó Multitinendas Corona, Inmobiliaria Alef, Corona Corredora de Seguros, Inversiones Corona, Bodega Corona, entre varios otros negocios, e incluso los propios Herman, Paulina y Malú Schupper Messcher.
Fuente: Biobio Chile