Un grupo de exsoldados de las fuerzas especiales británicas completó este miércoles un rápido ascenso del Everest, para el que se habían preparado inhalando gas xenón, un práctica muy criticada entre los alpinistas, anunció el organizador de la expedición.
El equipo se marcó el objetivo de realizar el viaje en solo siete días: partió de Londres el pasado viernes y espera estar de vuelta en la capital británica el próximo 23 de mayo.
«Los cuatro, un fotógrafo y cinco sherpas alcanzaron la cumbre esta mañana a las 07H10 locales», anunció a la AFP el organizador de la expedición, el austriaco Lukas Furtenbach.
«Bajarán hacia el campamento base para la noche y, si el tiempo lo permite, estarán de vuelta en sus casa dentro del límite definido de siete días», agregó Furtenbach.
El grupo busca recaudar fondos para huérfanos que perdieron a sus padres en conflictos.
Los cuatro montañistas, entre ellos el secretario de Estado encargado de Excombatientes, Alistair Carns, abandonaron el viernes la capital británica. Se prepararon para las condiciones de gran altitud, algo que suele hacerse en las laderas del Himalaya, en Londres, respirando gas xenón.

Este método, muy controvertido, despierta vivas críticas entre los alpinistas.
La cordada británica se preparó para hacer frente a la «zona de la muerte», por encima de los 8.000 m de altitud, donde el oxígeno escasea, respirando gas xenón durante dos semanas antes de llegar al Himalaya.
El xenón favorece la producción de eritropoyetina (EPO), una hormona que dopa la producción de glóbulos rojos -que transportan oxígeno en la sangre- y mejora el rendimiento.
En muchos deportes está prohibido recurrir al EPO, considerado como una sustancia de dopaje.
«El xenón parece desarrollar mecanismos que protegen del mal de altura causado por la falta de oxígeno», explicó el doctor Michael Fries, miembro de la expedición. «Al inhalar[lo] se reproducen los efectos de la gran altura».
Los alpinistas pasan en general dos meses en las cuestas del techo del mundo (8.849 m) antes de encarar el ascenso a la cumbre.
El ascenso más rápido del Everest lo realizó en 2003 el montañista nepalí Lhakpa Gelu Sherpa, que realizó el recorrido del campamento base a la cumbre en 10 horas y 56 minutos. Fuente: T13