Agencias de inteligencia estadounidenses llevaban advirtiendo desde febrero que era probable que Israel intentara atacar este año instalaciones clave para el programa nuclear iraní.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha abogado en repetidas ocasiones por la opción militar para detener el programa nuclear iraní.
Recientes informes de los servicios de inteligencia estadounidenses afirman que Israel está tratando de sacar provecho de la destrucción infligida tras bombardear las instalaciones de producción de misiles y las defensas aéreas de Irán en octubre.
Y, en términos más generales, Israel también sigue persiguiendo el objetivo más amplio de provocar un cambio de régimen en Irán, según uno de esos informes de inteligencia.
El objetivo de Israel tras atacar Irán
Israel ve a Irán como una amenaza existencial: durante años, Israel ha dicho que es quien más tiene que perder si Irán, que se niega a reconocer el derecho de Israel a existir, desarrolla una bomba nuclear.
Israel e Irán llevan décadas librando una guerra en la sombra a través de proxies y acciones encubiertas. Teherán ha apoyado a grupos armados regionales que han entrado en conflicto directo con Israel, como Hezbollah en Líbano, Hamas en Gaza y los hutíes en Yemen.
Desde que comenzó la guerra de Israel en Gaza se han intensificado los ataques de grupos interpuestos respaldados por Irán en solidaridad con los palestinos.
Netanyahu está en apuros a nivel nacional: la oposición a un nuevo proyecto de ley de reclutamiento militar ha provocado un estancamiento político, y el Parlamento israelí, la Knesset, se ha reunido para hablar de disolverse, lo que en última instancia podría haber llevado a unas elecciones anticipadas que, según las encuestas, Netanyahu perdería.
El Parlamento rechazó el miércoles una votación sobre la disolución, dando a Netanyahu más tiempo para resolver la crisis.
Por qué ahora: el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas aprobó el jueves una resolución en la que declara que Irán incumple sus obligaciones en materia de no proliferación nuclear.
Teherán contraatacó anunciando que intensificaría sus actividades nucleares, advirtiendo que no tenía “más opción que responder”.
El uranio es un combustible nuclear que, altamente enriquecido, puede utilizarse para fabricar una bomba. Irán sostiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
La principal instalación de enriquecimiento nuclear de Irán resultó dañada en el ataque israelí
La principal instalación de enriquecimiento nuclear de Irán, Natanz, resultó dañada en el ataque israelí del viernes, según informó la agencia iraní de energía atómica.
La instalación, fuertemente fortificada, se encuentra a 240 kilómetros al sur de la capital, Teherán, y alberga miles de centrifugadoras utilizadas para enriquecer uranio destinado a la energía nuclear.

Una imagen de satélite muestra las instalaciones nucleares de Natanz, en Irán, el 24 de enero. Maxar Technologies/Reuters
El complejo cuenta con instalaciones subterráneas y sobre el terreno y no está claro qué ha resultado dañado, pero no se ha informado de víctimas, según la agencia.
El jefe del organismo de control nuclear de la ONU, Rafael Grossi, dijo que las autoridades iraníes han confirmado que Natanz sufrió un “impacto”, pero no se registraron niveles elevados de radiación.
Grossi señaló a los miembros de la junta del Organismo Internacional de Energía Atómica que otras instalaciones nucleares de Irán, Isfahan y Fordow, “no han sufrido impactos”.
Daños a planta nuclear iraní fueron superficiales
El ataque de Israel contra una de las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán causó “daños superficiales”, según el portavoz de la Organización de la Energía Atómica de Irán.
Behrouz Kamalvandi declaró que la agencia no tiene una estimación de los daños causados a Natanz, pero que la mayor parte se produjeron en la superficie. Las instalaciones de enriquecimiento de Natanz son subterráneas.
Fuente: CNN Chile