«Se pudo evitar»: las demoledoras conclusiones del informe final a dos años de la implosión del Titán

La tragedia del sumergible Titán, que implosionó en 2023 mientras se dirigía a los restos del Titanic, provocando la muerte de sus cinco ocupantes, se “pudo evitar”.

 

Así lo determinó la Junta de Investigación Marina (MBI) de la Guardia Costera de Estados Unidos en un informe de 327 páginas tras dos años de investigación.

 

“Este siniestro marítimo y la pérdida de cinco vidas se pudieron evitar”, señaló Jason Neubauer, investigador jefe.

 

“La investigación de dos años ha identificado múltiples factores que contribuyeron a esta tragedia, proporcionando valiosas lecciones aprendidas para evitar que ocurra en el futuro”, agregó Neubauer.

“Soy optimista en cuanto a que los hallazgos ayudarán a mejorar la conciencia sobre los riesgos y la importancia de una supervisión adecuada y, al mismo tiempo, proporcionarán un camino para la innovación”, mencionó.

La MBI determinó que los principales factores que contribuyeron al accidente fueron el diseño inadecuado del vehículo submarino, la falta de certificación, el mantenimiento deficiente y la ausencia de inspecciones rigurosas por parte de OceanGate, la empresa operadora del Titán que dejó de operar tras lo ocurrido.

“La raíz de estas fallas eran las evidentes disparidades entre sus protocolos de seguridad escritos y sus prácticas reales”, indicó el informe publicado este martes.

En tanto, el documento incluye 17 recomendaciones de seguridad destinadas a fortalecer la supervisión de las operaciones sumergibles, mejorar la coordinación entre las agencias federales y cerrar brechas en la política marítima internacional.

“El informe de la Junta Marina está siendo revisado ahora por el comandante de la Guardia Costera. Una vez finalizada la revisión, el comandante emitirá un Memorando de Acción Final confirmando a la Guardia Costera las recomendaciones y las acciones a seguir”, puntualizó el comunicado.

 

La desaparición del Titán en las profundidades del océano Atlántico ocurrió el 18 de junio de 2023. Cuatro días después, la Guardia Costera de EEUU determinó que el sumergible había implosionado, matando a las cinco personas a bordo.

Las víctimas fatales fueron identificadas como Stockton Rush, director ejecutivo de OceanGate y piloto de la nave; Hamish Harding, empresario y explorador británico; Paul-Henry Nargeolet, experto francés en el Titanic; el empresario pakistaní-británico Shahzada Dawood y su hijo Suleman.

Cabe destacar que un exempleado de OceanGate, llamado David Lochridge, fue despedido de la empresa tras expresar su preocupación por la seguridad del Titan en 2018, realizando una denuncia ante una agencia fiscalizadora local, según consignó Europa Press.

La compañía decidió despedir a Lochridge y demandarlo por entregar información confidencial luego que el extrabajador indicara que OceanGate podía “exponer a los pasajeros a un peligro extremo potencial en un sumergible experimental”, añadiendo que al diseño le faltaban pruebas.

Por su parte, varios empresarios enviaron una carta a OceanGate ese mismo año para expresar sus preocupaciones sobre la seguridad. Según dijeron, el “enfoque experimental” podía tener resultados potencialmente “catastróficos” para la industria.

Fuente: Biobío Chile