Entre lágrimas, la senadora Isabel Allende, quien fue cesada de su cargo por el Tribunal Constitucional, entregó un discurso en la Sala del Senado.
Recordemos que la parlamentaria fue destituida en el contexto de la fallida compra-venta de la casa de su padre, Salvador Allende.
“Permítame agradecer profundamente la oportunidad de dirigirme a ustedes después de décadas compartiendo este espacio democrático (…). No es fácil dirigirme a ustedes, probablemente sea mi última intervención en esta Sala”, partió diciendo la parlamentaria, momento en que su voz se quebró y sus colegas le entregaron fuertes aplausos.
Allende dijo que le resulta difícil esta situación, teniendo en cuenta “la manera abrupta en la que terminan más de 30 años de servicio a mi país”.
“En los próximos días se conocerá el fallo del Tribunal Constitucional, como corresponde, en una democracia, este fallo será acatado. Pero acatar no significa guardar silencio, acatar no significa renunciar a expresar el profundo dolor que esta decisión representa”, sostuvo la senadora.
“Jamás he tenido contrato alguno con el Estado”
Según Allende, junto a su defensa, están “ante un fallo que, más allá de su aparente legalidad, vulnera principios elementales de justicia, proporcionalidad y sentido democrático”.
En tanto, también reconoció que como parlamentaria de una larga trayectoria, debió haber tenido presente el artículo 60 de la Constitución. “No rehúyo mi responsabilidad, pero no soy abogada. Jamás he tenido contrato alguno con el Estado y no tengo y nunca he tenido una empresa y, ante todo, actué confiando en la institucionalidad”, manifestó.
“Confié plenamente en los órganos encargados de llevar adelante la adquisición de la casa familiar, donde funcionaría la casa-museo del presidente Salvador Allende, y lo hice convencida de que se trataba de un acto de memoria, de reparación y de futuro (…)”, señaló la legisladora.
Isabel Allende y su último discurso
La senadora manifestó que quizás su error fue no haber consultado más, pero recalcó que en “ningún momento, ningún ministerio, ningún funcionario, ninguna autoridad involucrada nos advirtió o recordó que existía una posible inhabilidad constitucional”.
“Mi trayectoria habla por sí sola y esa trayectoria, que me permito calificar como honesta y transparente, es la mejor prueba de lo absurdo que resulta pensar en una intención maliciosa de mi parte”, manifestó Isabel Allende.
La parlamentaria mencionó además que se ha dado su cese en el cargo, sin embargo, a la fecha, no ha sido notificada.
“Lamento que el Tribunal Constitucional no haya accedido o considerado lo mejor de nuestros argumentos”, precisó.
“Una enorme injusticia”
Recordemos que durante la sesión de la comisión investigadora por la fallida compra de la casa del presidente Salvador Allende, desde el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres) se reconoció que se conocía la inhabilidad que existía en la celebración que involucraba a la exministra Maya Fernández y la exsenadora Isabel Allende.
En concreto, fue la jefa de la División Jurídica-Legislativa de la Segpres, Francisca Moya, quien igualmente destacó que lo que les correspondía era “la revisión técnico-legal de este acto administrativo, en particular para el caso que nos reúne hoy, el decreto 38″.
Además, la senadora Allende reiteró que nunca ha usado su cargo para algún “beneficio personal”.
“Esto es una enorme injusticia, en un caso donde se ha aplicado, a nuestro juicio, erróneamente la ley, pero no se ha hecho justicia”, sostuvo la congresista.
Reafirmando que “no he sido parte de la farándula política, he sido parte de la construcción de acuerdos”.
Finalmente, la senadora agradeció las muestras de cariño, tanto de su equipo y de distintos sectores políticos, entre ellos exautoridades.
“Hoy enfrento una sanción que yo considero injusta, la vivo con dolor, pero también con la tranquilidad que da la consciencia limpia”, sentenció.