Fue a través de su cuenta de Instagram que Ximena Muñoz González, de 18 años, denunció la difícil situación que atraviesa y que hoy amenaza con paralizar el avance de la carrera que cursa en la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC).
La estudiante de primer año de Psicología de la UCSC acusa que la casa de estudios se ha negado a implementar nuevas medidas que le permitan continuar sus estudios pese a su delicado estado de salud.
La joven padece de atrofia muscular espinal tipo 2, una condición genética que afecta sus neuronas motoras, limitando considerablemente su movilidad y debilitando su sistema inmune. Esta enfermedad, según relata, le impide asistir de forma regular a las clases presenciales, especialmente durante el invierno, cuando aumenta el riesgo de infecciones respiratorias que podrían comprometer gravemente su salud.
Dado que reside en Yungay y depende del furgón municipal para trasladarse a Concepción, sumado a su imposibilidad económica de residir cerca del campus, Muñoz solicitó desde el inicio de su carrera facilidades para cursar las asignaturas bajo un formato híbrido.
Según indica, la universidad aceptó inicialmente reducir en un 50% el requisito de asistencia, medida que consideró un primer paso mientras se evaluaban nuevas adaptaciones.
Los descargos de Ximena contra la UCSC
Sin embargo, al poco tiempo de iniciar el semestre y pese a rendir las evaluaciones de manera telemática, fue notificada que su nivel de asistencia seguía siendo insuficiente. Tras presentar antecedentes médicos actualizados y solicitar mayor flexibilidad, su petición fue rechazada en dos instancias.
“¿Por qué se sienten con derecho de negarme mi educación? ¿No valen mis ganas y motivación para ser una profesional?”, se pregunta Muñoz.
Además, agrega que “no quiero generar polémica con este video, ni causar lástima o fumar a la universidad, solo quiero que esto se sepa para que el día de mañana si alguien con alguna discapacidad quiere estudiar, sepa lo que va a tener que enfrentar”.
Fuente: The Clinic