Por Matías González Olguín para Mega Noticias CL
Este martes se confirmó la muerte de Sabrina Godoy Montero, conocida en el mundo criminal como «Ina, la narco reina». Tras conseguir libertad vigilada, la mujer salió de prisión hace aproximadamente un mes; sin embargo, solo unas semanas después fue asesinada a plena luz del día en la comuna de Padre Hurtado.
Presuntamente, la mujer fue víctima de un eventual ajuste de cuentas, dado que primero habría sido golpeada por desconocidos hasta dejarla en el suelo, para luego quitarle la vida mediante siete disparos.
Los responsables del crimen, ocurrido en la intersección de las calles Alberto Blest Gana con Primera Transversal, huyeron a bordo de una camioneta que después fue abandonada e incendiada en la población Parinacota, en Quilicura.
¿Quién era «Ina, la narco reina»?
Cuando tenía apenas 20 años de edad, la joven se convirtió en una influencer, mostrándose con ropa costosa y accesorios de alto valor. Su carrera como tiktoker iba en alza, pero sus inicios en las redes sociales comenzaron en medio de violencia y drogas, lo que la convirtió en una temible criminal.
Por ejemplo, la población Las Praderas en Peñaflor, Región Metropolitana, fue el territorio en que Sabrina se batió a duelo con otras mujeres dominantes en el narcotráfico.
Esta especie de guerra se intensificó a mediados de 2021, cuando «Ina» prometió acabar con cualquier persona que se entrometiera en su negocio delictual.
Los ingresos que recibía Godoy por el tráfico de drogas la llevaron a ostentar sus lujos, como una forma de obtener reconocimiento en redes. Estos incluían manicura de alto valor, uso de exclusivas marcas de ropa o vestuario de diseñadores, operaciones realizadas en clínicas privadas y vacaciones en recintos lujosos de nuestro país.
El derrumbe de su imperio narco
En 2022, más de 100 detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) participaron en dos allanamientos realizados en varios sectores de Peñaflor, los que terminaron con la captura y detención de Sabrina y su hermano «Nacho«.
El imperio narco de la mujer se derrumbaba, pero su auge como influencer en TikTok creció gracias a los videos que grababa y publicaba desde prisión, lo que resultaba ser insólito, porque los celulares en las cárceles están prohibidos.
La figura de «Ina» representaba al «delincuente millennial», caracterizado por divulgar sus delitos a través de redes, diferenciándose del antiguo estilo del ladrón que quería pasar desapercibido.