En 292 días, el 11 de marzo de 2026, el Presidente Gabriel Boric entregará su banda presidencial en el Salón de Honor del Senado a quien resulte vencedor en la contienda presidencial de este año. A partir de entonces, Boric será denominado, tal y como lo establece la Constitución vigente, como “Ex Presidente de la República”. Sin embargo, tal denominación no es trivial. Esa “dignidad oficial”, como lo establece la Carta Magna, lo convertirá en una persona sujeta a recibir la dieta que reciben todos los expresidentes, y de la cual un detractor se sumó esta semana: José Antonio Kast.
El abanderado del Partido Republicano, quien se encuentra en su tercera aventura presidencial, manifestó ante los medios su disconformidad respecto a que Boric, que tendrá 40 años cuando deje La Moneda, reciba la remuneración vitalicia que establece la Constitución. En su argumento se encontraba que no debía corresponder que un expresidente recibiera una especie de jubilación “antes de lo que le corresponde a cualquier chileno“, que es a los 60 años para las mujeres y a los 65 para los hombres.
Kast mencionó que, en el caso que el llegase a ser expresidente, “no cobraría esa jubilación permanente, asignada sólo por el hecho de ser expresidente”. Ello lo subrayó a pesar de que, dijo, entendía que el cargo “requiere ciertos gastos y una dignidad”. No obstante, el problema radicaba en que “algunos van a requerir esa jubilación de por vida”.
De acuerdo a la información disponible en Transparencia Activa del Senado, corporación encargada del pago de la dieta a los expresidentes —que paga mensualmente una renta aplicable sobre la dieta parlamentaria (de más de $7 millones brutos), además de los gastos de traslación y funcionamiento de oficinas—, en el mes de abril de este año la expresidenta Michelle Bachelet recibió $16.719.890; el expresidente Eduardo Frei $17.653.857; y el expresidente Ricardo Lagos $17.335.056.
Con esos números, el gasto total mensual aplicado a ese criterio de dietas para expresidentes alcanzó $51.708.803. En un año, bajo esos términos, el Senado gastaría cerca poco más de $620 millones en tal ítem.
En el mismo sitio web la corporación precisa que “a los expresidentes de la República les son aplicables las normas sobre dieta parlamentaria. El Senado les paga mensualmente esa renta y los gastos de traslación y de funcionamiento de oficinas, conforme a los montos base establecidos para los senadores. Los gastos de funcionamiento de oficina se pagan de acuerdo a la rendición de cuentas que los ex Presidentes envían cada mes al Departamento de Finanzas del Senado”.

Proyecto de ley vigente en el Congreso, pero sin avances
En todo caso, el ruido que hay sobre el pago de dietas a expresidentes no radica en las que se pagan actualmente, según dicen promotores de la idea en el Congreso, sino en lo que podría llegar a recibir el actual mandatario, teniendo en consideración su edad y la esperanza de vida.
El 11 de marzo de 2024, en la Cámara de Diputados se hizo ingreso a un proyecto de ley que se venía promoviendo desde la bancada PPD-independientes. Lo que se propone es la modificación de la Constitución en el artículo 30, el que establece la remuneración que deben recibir los expresidentes, además de los pagos de sus gastos operacionales.
Como alternativa, se propone la solicitud de una pensión de vejez por parte de la exautoridad, la que será definida por una comisión integrada por cinco miembros: un exministro de Hacienda, un exconsejero del Banco Central, un excontralor o subcontralor de la Contraloría General de la República, un expresidente de una de las ramas del Congreso Nacional (Cámara de Diputados o Senado); y un exdirector del Servicio Civil.
Los autores del proyecto son el diputado Carlos Bianchi, el diputado Cristián Tapia y el diputado Héctor Ulloa. Los parlamentarios no están en contra de que asigne un monto que pueda ser igual al de la dieta parlamentaria que reciben actualmente los expresidentes, aunque sí remarcan que no se incluyan los gastos operacionales, los cuales suelen ser más altos que las dietas mismas. Además, se propone que la pensión sea reclamable a partir de los 65 años.
“Le exijo al Presidente de la República que para que efectivamente demostrar que es una persona consecuente, ante su último discurso anuncie que va a renunciar al privilegio exclusivo que tendría una persona de 40 años de estar con una dieta de 16 millones de por vida“, señaló Bianchi a The Clinic, instando a que el mandatario considere en su última Cuenta Pública, del próximo domingo 1 de junio, renunciar a la dieta que recibirá como expresidente.
Por su lado, Kast no consideró que el recibir dicho beneficio se trate de un enriquecimiento ilícito. “Tengo buena impresión de los expresidentes en esta línea”, mencionó. Pero, también dio a conocer que los parlamentarios de su partido apoyarían transversalmente los proyectos de ley que vayan en la línea de eliminar la dieta impuesta, como es en el caso del proyecto de PPD-independientes, del que se dice que no ha habido avances por reticencias del Frente Amplio, el Partido Socialista (PS) y el Partido Comunista (PC).
Fuente: The Clinic